Los hijos de Alan Thicke y su viuda, Tanya Callau, han resuelto su batalla legal por su patrimonio, aunque persisten las tensiones.
Callau recibirá el 40 por ciento del patrimonio de su difunto esposo, que está valorado en $ 15,793,278.48, según The Blast. Cada uno de sus tres hijos, el cantante Robin, Brennan y Carter, recibirá el 20 por ciento.
Junto con su porción de la herencia, Callau también podrá mantener un rancho en Carpinteria, California.
Un préstamo de $ 100,000 otorgado a Robin por su padre también fue aprobado y 'perdonado'.
La cantante de 'Blurred Lines', sin embargo, acusó a Callau de iniciar 'un bombardeo mediático que no tiene otro propósito que perjudicar a los Custodios y alimentar su deseo insaciable de publicidad, independientemente de las consecuencias para el legado de Alan o sus hijos' en los documentos legales.
Callau previamente presentó documentos judiciales alegando que Robin le estaba reteniendo su herencia, además de cobrarle impuestos y otros gastos. La familia también se peleó por los arreglos de entierro del difunto actor.
La estrella de 'Growing Pains' murió en diciembre de 2016 a la edad de 69 años después de sufrir un ataque cardíaco mientras jugaba hockey con su hijo Carter.